Opinion

Un hito del movimiento ciudadano de los venezolanos en el mundo

Entendemos la naturaleza, aparentemente infranqueable, de los obstáculos legales y tecnológicos que existen para permitir el voto de los venezolanos fuera de Venezuela 

El pasado sábado 8 de octubre tuvo lugar la instalación virtual de la Asamblea Constitutiva del Movimiento Ciudadano Venezolanos en el Mundo (MCVM). La presencia en el universo digital de más de 60 asistentes, a título personal o en representación de organizaciones que suscribieron el documento fundacional de narrativa, invitados por el Comité Promotor, integrado, en orden alfabético, por Humberto Calderón Berti, Andrés Caleca, Luis Augusto Colmenares, Luis Corona, William Díaz, Juan Fernández, Pilín León, Vladimiro Mujica, Paciano Padrón y Ricardo Pinza, puede convertirse en un punto de inflexión en la larga lucha por la recuperación de la democracia y la libertad en nuestra Venezuela.

La nueva realidad a la que nos condujo la pandemia del COVID, unida al hecho de que los venezolanos estamos dispersos por numerosos países, hace casi imposible mantener reuniones presenciales de esta envergadura, pero esta circunstancia no le restó en lo más mínimo cercanía y calidez a un evento que se prolongó por más de dos horas y que condensó la adhesión entusiasta, al tiempo que intervenciones críticas, constructivas y profundas de los asistentes. Creo no equivocarme al afirmar que se respiraba una atmósfera unitaria, de intercambio fructífero y tolerancia. En síntesis, un evento extraordinariamente positivo y que excedió con mucho nuestras más optimistas expectativas.

El objetivo central del MCVM es, al propio tiempo, sencillo de expresar y difícil de alcanzar cuando se batalla contra un régimen autoritario e impositivo, que pretende desconocer la soberanía popular. Se trata primariamente de alzar la voz por los venezolanos en el mundo, para promover la recuperación de nuestros derechos ciudadanos, especialmente los que se refieren a la participación política y al voto, como lo expresa el documento narrativo. Hemos insistido en que no existe contradicción alguna entre denunciar la espantosa crisis humanitaria que aflige a Venezuela y luchar por nuestros derechos ciudadanos, muchos de los cuales están expresamente recogidos en la Declaración de los Derechos Humanos. La separación artificial entre el trabajo humanitario de apoyo a los venezolanos y la lucha por los derechos ciudadanos, oculta el hecho central de que el origen de la tragedia social y económica de Venezuela es precisamente la acción de los regímenes, primero de Chávez y ahora de Maduro, que han creado un modelo de dominación basado en el miedo, la represión y el hambre. En tal sentido, lo que se propone el MCVM es complementario y convergente con la obra humanitaria y de reflexión, sobre el país posible, de muchas organizaciones de venezolanos en la diáspora que han adelantado un trabajo excepcional. Del mismo modo, entendemos perfectamente que la existencia de los partidos políticos es fundamental para la democracia, y el MCVM se propone mantener los mejores vínculos con todas las organizaciones políticas y de la sociedad civil que mantengan el mismo ideario: Es necesario debilitar las fundaciones y bases del régimen, por todos los medios constitucionales, incluido, por supuesto, el voto, para que se pueda producir una verdadera refundación y reunificación de la nación. 

El MCVM reivindica el valor constitucional y de movilización de la resistencia activa y la desobediencia civil, como herramientas constitucionales, que eventualmente pueden ser esenciales para conducir a elecciones libres y con garantías, donde se respete la soberanía popular. Estamos también dispuestos a contribuir en la reconstrucción del liderazgo de la resistencia constitucional al régimen, para ello exigimos el compromiso de todos por avanzar el objetivo irrenunciable de la participación ciudadana de todos los venezolanos en el mundo, independientemente de su condición migratoria y de residencia en los países de acogida. Entendemos perfectamente la naturaleza, aparentemente infranqueable, de los obstáculos legales y tecnológicos que existen para permitir el voto de los venezolanos fuera de Venezuela. Al mismo tiempo, declaramos que no estamos dispuestos a permitir mansamente que se cercene el derecho a la participación de más de 10 millones de venezolanos en la diáspora y en Venezuela, algo que representa cerca del 30% del padrón electoral. Consideramos que el voto y la consulta pueden ser concebidos como actos de rebelión civil, siempre y cuando el liderazgo y la ciudadanía estén preparados para ejercer acciones con unidad, coherencia y visión estratégica. Ello incluye la discusión sobre las primarias convocadas por la oposición, sobre las cuales la Asamblea Constitutiva del MCVM no se pronunció explícitamente, pero que constituyen un tema de atención urgente por el valor disruptivo y de relanzamiento del liderazgo opositor que las mismas pueden cumplir. 

Finalmente, tres temas cruciales. La Asamblea del MCVM acordó una serie de iniciativas en materia de la plataforma tecnológica para el voto y la consulta, el Fondo de Participación Ciudadana, y las estructuras de comunicación y organización. Todo ello en clara demostración de que es indispensable ir más allá de las palabras y que la materialización de nuestras ideas es absolutamente indispensable para convertirnos en un movimiento creíble y confiable que nos pueda guiar hacia la realización del Encuentro de los Venezolanos en el Mundo, un evento que le dará verdadera legitimidad a nuestros esfuerzos. Nada sencillo, pero en el hito de la instalación de la Asamblea Constitutiva del MCVM se delineó el camino. www.venamerica.org.

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